Con qué frecuencia debemos acudir al médico especialista en Oftalmología
La frecuencia con la que se deben realizar las revisiones oftalmológicas depende de la edad, los antecedentes familiares y personales, y los factores de riesgo de cada individuo.

Es recomendable realizar revisiones anuales si usamos gafas o lentillas, o si tenemos antecedentes familiares o factores de riesgo de padecer alguna enfermedad ocular, como diabetes o hipertensión.

Si no tenemos ningún problema conocido, podemos espaciar las revisiones cada 2 ó 4 años entre los 40 y los 50 años.

A partir de los 50 años, cada año.

En caso de presentar algún síntoma o molestia ocular, se debe consultar al especialista lo antes posible y siempre ante cualquier déficit o deterioro de nuestra agudeza visual, valorando cada ojo por separado.

En la infancia

Es imprescindible la evaluación de todos los niños, para detectar posibles defectos de graduación, ambliopía (ojo vago), estrabismo, alergias o cualquier otra alteración como cataratas congénitas o anomalías en la córnea o el globo ocular, que pueda afectar a la visión y el desarrollo del niño:

– Entre los 3 y los 6 años de edad, siempre, aunque no se quejen ni les notemos nada

– Desde el nacimiento, a cualquier edad, si les notamos “algo extraño”: tics, pestañeos, guiños, tortícolis, cefaleas…

Los niños, en principio, no saben cómo es la visión perfecta, por lo que pueden ser malos estudiantes o cansarse a los pocos minutos de empezar a leer, mostrarse torpes, incluso tímidos, retraídos o excesivamente serios, a consecuencia de una mala visión o que les exige un esfuerzo superior a lo normal, sin que sepan explicar qué es lo que les pasa o que no ven bien.

Es necesaria una valoración completa:

– Refracción bajo cicloplejia (dilatar pupilas y paralizar acomodación).

– Descartar ambliopías (ojo vago).

– Valorar/descartar estrabismos, desviaciones intermitentes, microestrabismos, paresias, entre otros.

– Control de alergias.

– Anomalías congénitas como cataratas o ptosis, entre otros.

– Disfunción/obstrucción de las vías lagrimales.

En la juventud

Habrá que preocuparse fundamentalmente de la refracción y descartar aquello que no se ha detectado en la infancia como:

– Cambios durante el embarazo, molestias asociadas al uso de pantallas de visualización.

– Ojo seco, lagrimeo, prurito y rascado frecuente de los ojos.

– Anisometropías y astenopía ante una mayor exigencia lectora, o incluso episodios de diplopia (visión doble).

– Alteraciones en la normal arquitectura corneal (ectasias, queratocono,…)

En la edad adulta

En líneas generales, aún cuando no notemos nada que podamos considerar anormal o patológico, debe hacerse un reconocimiento médico especializado en el oftalmólogo:

– Todos los adultos a partir de los 50 años de edad.

– Todos los que tengan antecedentes familiares de patología ocular, especialmente aquéllos con glaucoma, DMAE (degeneración macular asociada a la edad), desprendimiento de retina o casos de ceguera.

– Todos los pacientes diabéticos e hipertensos, al menos una vez al año.

– Observar cambios refractivos asociados a la edad (presbicia, miopización por cataratas,…)

– Opacificación de medios (cataratas)

– Alteraciones anatómicas en la disposición de los párpados.

– Sequedad ocular y lagrimeo.

– Diplopía o visión doble, por problemas refractivos o paréticos, forias descompensadas, diabetes mellitus, causas vasculares.

– Moscas volantes, en el momento de su percepción ( pueden significar un desprendimiento de vítreo posterior, lesiones retinianas, infecciones/inflamaciones, sangrado,…)

– Traumas contusos, a cualquier edad.

– Distorsión en las líneas rectas o duplicidad, dificultad para la lectura (maculopatías, DMAE: Degeneración Macular Asociada a la Edad, edema macular diabético…)

Medidas preventivas para cuidar la salud ocular
Además de las revisiones oftalmológicas, se deben adoptar medidas preventivas para cuidar la salud ocular, como proteger los ojos del sol y los rayos ultravioleta, evitar frotarse los ojos, usar gafas o lentes de contacto adecuadas y hacer descansos frecuentes cuando se trabaja con pantallas, siguiendo la “regla del 20-20-20”: cada 20 minutos mirar a una distancia de 20 pies (unos 6 metros) durante 20 segundos.

Consulta en Lugo

C/ Reina, 15, 2º (Ver Google Maps)

Lunes a jueves 10:00-20:30
Viernes 10:00-19:30
Sábado y domingo cerrado

Consulta en Burela

Av. Arcadio Pardiñas, 135, Entreplanta 2 (Ver Google Maps)
Lunes a jueves 10:00-20:30
Viernes 10:00-19:30
Sábado y domingo cerrado

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